La gestión de residuos es un servicio esencial. Para las empresas socias de CEGRU, es el trabajo de todos los días.
Historias de socios es una crónica de CEGRU, mediante la cual contamos la historia de nuestras empresas socias, de las personas detrás de cada emprendimiento, que conforman el proceso de construcción colectiva del sector gestión de residuos en el Uruguay.
Los invitamos a conocernos.
Entrevista con Julio Bentancort, por Chiara Fioretto – Gerente CEGRU
Una tarde de fines de mayo, entrevisto a Julio Bentancort, representante de la empresa Gerdau ante CEGRU. Empieza contándome que Gerdau nació en 1901 en Porto Alegre como una pequeña empresa de clavos. Pero en seguida nos concentramos en la historia uruguaya de Gerdau.
La primera internacionalización de Gerdau
El punto de partida de esta historia fue en los años 80, cuando, durante un boom de la construcción en el país, Gerdau adquirió las empresas ALIS S.A. -dedicada a la producción de palanquillas a partir de la fundición de chatarra- y la laminadora LAISA. “Esta adquisición fue la primera internacionalización del grupo Gerdau”, comenta Julio.
La chatarra ferrosa como materia prima
A partir del año 2004, Gerdau hizo una inversión importante en equipamiento para procesar chatarra liviana fuera de planta (prensas móviles, por ejemplo) e implementó una logística que permite que los camiones que salen a recorrer el país con productos vuelven con chatarra. “Lo importante es que 100% de la chatarra del Uruguay pueda llegar”, ya que gran parte de la chatarra procesada por Gerdau proviene del consumo. “Desde el auto o la heladera obsoleta hasta la latita de atún”.
A lo largo de estos años, la empresa tuvo altos y bajos según las evoluciones del mercado internacional. Entre el 2007 y 2012, la demanda mundial de productos de acero aumentó, traccionada por una fuerte demanda china, y el precio de los commodities ascendió: se dio un período de fuerte actividad. Sin embargo, durante esos años, China fue creciendo en capacidad de producción de acero, eventualmente empezó a exportar y los precios cayeron por un aumento masivo en la oferta, lo que también impactó en el nivel de actividad de la empresa.
Una filosofía basada en cultivar la relación con todos los públicos
A comienzos de los años 90 Gerdau adoptó la filosofía de la calidad total, tomando el conocimiento de su homóloga japonesa, la Nipon Steel. “La calidad total implica mantener un buen relacionamiento con todos los públicos por igual: colaboradores, proveedores, clientes, accionistas y comunidad”. Internamente se hizo un gran hincapié en capacitar a los colaboradores. Formarlos en gestión, darles conocimiento sobre el proceso, pero también posibilitar que culminen su educación formal.
Los dueños del proceso son las personas
A su vez, en los 90, se inició un cambio cultural y organizacional para que la estructura de la empresa fuese más horizontal. Los mandos medios casi que desaparecieron. “En el turno de la noche, quedó el hornero y el oficial de horno, cuando antes habría habido un jefe”- dice Julio. “Había un empoderamiento de las personas. Una visión que se basaba en la certeza de que los dueños del proceso son las personas”.
Por otro lado, Gerdau llevó adelante varias iniciativas para apoyar a su red de proveedores, directos e indirectos: “allá por el 2008 empezamos a preguntarnos, ¿qué puede hacer Gerdau para apoyar a la cadena de valor?”. Una de esas experiencias fue un programa regional desarrollado por el Instituto Gerdau, enfocado en la mejora de las condiciones de micro, pequeños y medianos proveedores de chatarra.
En el marco de ese programa, que en Uruguay se implementó con el apoyo de CEMPRE, se desarrollaron acciones centradas en facilitar acceso a la salud bucal y se hicieron capacitaciones en calidad y en gestión, entre otras iniciativas. “El fin último era que el clasificador lograra formalizarse, pero si esto no era posible, que mejorara su calidad de vida, ya que en definitiva eso -junto con otros factores- contribuyen a que en un futuro el pequeño proveedor tenga capacidad empresarial”.
Gerdau apostó por una relación a largo plazo con sus proveedores, asentada en la confianza y en la estabilidad. “Buscamos que los pequeños proveedores puedan ver en la chatarra ferrosa un negocio de largo plazo. Por eso evitamos a rajatabla tener políticas comerciales basadas en la especulación”.
En el terreno y por el país
En Gerdau, Julio empezó trabajando en gestión de calidad y desde el 2001 trabaja en el sector de compra de chatarra. Su trabajo implica estar en el terreno, recorrer el país visitando y fortaleciendo la red de proveedores de la empresa. Así lo manifiestan sus conocimientos en geografía nacional. “Siempre me gustó viajar y conocer el Uruguay. Cuando mis hijas eran chicas, viajábamos al interior cercano con mi esposa, llevábamos dos mamaderas, la sillita del auto y un moisés”, recuerda.
Señala que su trabajo le exige tener “flexibilidad intercultural”, dirigirse a todos públicos que de una manera u otra se relacionan con la empresa: ya sea el pequeño clasificador proveedor de chatarra o dueños de empresas de gran porte en el mercado nacional. “Interactuás con todos los públicos y siempre con el mismo respeto: eso también es parte de la filosofía y de los valores de Gerdau”.
Julio conoce el mundo de los residuos desde hace mucho tiempo. Si bien nació en Minas, cuando era chico vivió cerca de un año en la calle Oncativo, donde su tía tenía un almacén, a donde iban los trabajadores del vertedero municipal a comprar su almuerzo. Hoy, Julio trabaja en la empresa “hace treinta años, 4 meses y 26 días, para ser exactos”.
Contacto GERDAU
Dirección: Cno. Tte. Galeano, Montevideo, Uruguay.
Teléfono: (598) 25142727
Web: https://www.gerdau.com.uy/